martes, 23 de mayo de 2017

libro: Drake

La entrada de hoy supone el debut de su autor en la literatura. Peter McLean es un escritor inglés que a la hora de escribir su primera obra ha decidido hacer una curiosa mezcla entre la literatura negra, la fantasía y unas gotas de terror para dar vida a su libro. Este cóctel da como resultado un volumen muy entretenido, y promete ser el primero de una serie de aventuras con el mismo protagonista en un Londres donde la magia y el misterio se encuentran ocultos a los ojos de aquellas personas ajenas al mundo paranormal.

Don Drake es un mago un tanto peculiar. Tras contraer una deuda de juego con el demonio Ajenjo, se verá obligado a cumplir una serie de tareas para saldarla donde recibirá la ayuda de su artículo mágico el Hombre en Llamas. Tras cumplir la primera se verá envuelto en una aventura en la que conocerá tanto a aliados como enemigos.

Uno de los elementos a destacar dentro de la novela es su personaje. Drake es un borracho, un perdedor, alguien que la caga una y otra vez con la que fue su pareja y también un irresponsable. Todos estos atributos son los primeros que a uno se le vienen a la cabeza cuando ha finalizado la lectura del libro. Y a pesar de ello es un tío por el que no puedes evitar sentir cierta lástima. Es un mago poderoso pero no ha sabido aprovechar su talento y es salvado, en no pocas ocasiones, por uno de los personajes principales del libro.
Desde el primer trabajo para Ajenjo Drake busca su redención. Pero la misma parece esquivarle una y otra vez. Nuestro protagonista es un personaje destrozado por dentro y tan solo busca encontrar algo para que su alma encuentre la paz que se le ha ido negando desde ese encargo.
Hacia el final del libro el autor nos ofrece como empezó la relación entre Drake y el Hombre en Llamas. Un vínculo que a la larga se nos mostrará como una unión en la que uno depende del otro, a pesar que la misma se demuestre nociva para nuestro protagonista tal y como sucedió con el anterior dueño de este objeto mágico.

Pero sin duda es el personaje de Trixie quien se lleva el gato al agua. Una mujer fatal un tanto peculiar, alguien que no necesita ayuda para sobrevivir y merece su novela en solitario. Cuando aparece consigue no solo robarle el corazón a nuestro protagonista sino también a los lectores. El autor apenas nos da un par de pinceladas acerca de su pasado, sin duda sería bastante interesante que se animara a sacar los orígenes de esta femme fatale tan sexy como mortífera.

Un héroe no es nada sin un villano al que enfrentarse. Nuestro protagonista tiene a varios a lo largo de su aventura,  cada uno más peligroso que el anterior. Ajenjo queda como un niño de teta ante la amenaza que suponen Ally y sus amigas, tres personajes muy peligrosos cuyo origen se encuentra dentro de la mitología griega. A estos dos malosos se les suma Adam, quien sin duda tendrá mucho que decir en futuras aventuras del protagonista si éstas se siguen publicando.

La narrativa por parte del autor es bastante ágil. McLean se vale de la primera persona, una de las características principales dentro de la literatura negra, para que sea el propio protagonista quien narre a los lectores lo que le va pasando. Algo que la mayoría de veces suele ser malo, a lo largo de las páginas, y en no pocas ocasiones, vemos a Drake ser apalizado y torturado. Se pasa más tiempo con cicatrices y resaca que sobrio y sin marcas.

Mientras avanzaba en la lectura, no podía dejar de pensar en la cantidad de influencias que ha recibido el autor a la hora de dar vida a su obra. Además de las mencionadas en la contraportada, otros homenajes que me pareció detectar fueron a Constantine, imposible no acordarse de este detective de lo paranormal inglés, al universo de Lovecraft o las criaturas que aparecen en la serie Sobrenatural.

Dos fueron los momentos que más me gustaron dentro del libro. Sin reventar nada de la trama el primero de ellos tiene como protagonista a Drake siendo torturado y salvado in extremis. El segundo envuelve a nuestro protagonista y a los personajes de Ally y Trixie. Éste instante está muy cargado de acción y narrado con un lenguaje muy cinematográfico. Uno puede cerrar los ojos cuando ha leído este pasaje, e imaginarse a los personajes en la gran pantalla ejecutando los movimientos que nos acaba de describir el autor.

El único pero que se le puede poner es que el personaje de la antigua pareja de Drake, Debbie, poco a poco vaya desapareciendo de la trama. Sin duda podía haber dado mucho más de si, pero desde la aparición de Trixie y Ally su importancia se va evaporando. Una verdadera pena ya que es un personaje muy rico y que forma parte del pasado de Drake.

Una novela recomendada para todos aquellos que busquen una lectura dinámica y divertida, que se devore con rapidez y te deje con ganas de conocer más aventuras de sus protagonistas.

Tal y cómo ocurre con El que se esconde de Tony Jiménez, este libro cuenta con tres ilustraciones que son una pasada a cargo de Daniel Medina y que nos muestran tres de los momentos más impactantes dentro de la novela. El volumen también cuenta con un pequeño ensayo obra de José Ángel de Dios, donde se nos ofrece un acercamiento al mundo de la alquimia. Este texto está complementado por una serie de fotografías de personajes y elementos que sirvieron de inspiración al autor a la hora de crear su novela.







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