miércoles, 10 de agosto de 2016

pelicula: El viaje a ninguna parte

Muy buenas a todos. Tal y cómo adelante en la entrada de ayer, hoy vengo a hablaros de una cinta relacionada con el duro mundo de los actores, más concretamente de aquellos que eran conocidos como " los cómicos de legua ". Es decir, aquellos intérpretes que se tenían que ganar la vida yendo de pueblo en pueblo para ganarse la vida. Una profesión que amaban y que a la vez les traían muchos sinsabores. Viajemos a la postguerra española para conocer a la familia Galván, que iban de un lado a otro para alegrar a la gente de los pueblos. ¿Listos? Allá vamos.


Con guión y dirección de Fernando Fernán Gómez, que adaptaba a la gran pantalla su novela la película nos narraba las peripecias de la familia Galván que forman una compañía de cómicos, integrada entre otros por Carlos, José Sacristán, hijo de Arturo, Fernán Gómez. Algunos de los miembros están emparentados de una forma u otra y  todos ellos comparten sueños, esperanzas, alegrías y penas durante la posguerra española.

Me encanta esta película. Pocas veces se ha visto en nuestro cine semejante reparto en un film. Además de los intérpretes arriba mencionados, hay que nombrar a otros actores y actrices con papeles más o menos relevantes que van haciendo su aparición a lo largo del metraje. De esta forma se puede mencionar a María Luisa Ponte; Juan Diego  y Gabino Diego que forman parte de la compañía, siendo el último el encargado de dar vida al hijo del personaje que interpreta Sacristán. Y en roles esporádicos tenemos entre otros a Carmelo Gómez; Agustín González; Emma Cohen; Francisco Camoiras; Antonio Gamero; Saturnino García; Queta Claver; Miguel Rellán; Tina Sainz o Simón Andreu.

Toda la cinta está narrada en un largo flashback que ocupa 20 años y que arranca cuando Sacristán empieza a recordar sus tiempos como actor en un asilo. Así, durante sus casi dos horas y media de metraje que pasan en un suspiro los espectadores acompañan a Carlos en un viaje que muestra la dura vida de estos actores que tenían que ganarse la vida sin apenas recursos y actuando en pequeños cafés, comiendo cuando podían, durmiendo en pensiones y cobrando poco por su esfuerzo.

El film supone un homenaje en toda regla a estos cómicos, que llevaban el teatro a aquellas localidades que apenas tenían actividades de ocio para sus habitantes. La cinta también nos muestra como estas compañías de actores, poco a poco van siendo desplazadas por el cine que se iba abriendo paso para convertirse en el entretenimiento de la época, dejándoles sin ingresos. Las películas eran el futuro, algo de lo que reniega el personaje de Fernán Gómez en un par de ocasiones pese a que el celuloide fuera otra forma de ganarse la vida para estas personas.



La cinta cuenta con varias secuencias para destacar, pero sin duda alguna dos son mis favoritas. La primera de ellas es la fotografía que tenéis arriba. Es un momento en el que Sacristán se marca un gran monólogo delante de la gente de un pueblo al que han ido a actuar, pidiéndoles que les den la oportunidad de trabajar como extras en una película que se va a rodar allí, haciéndoles ver a los habitantes del lugar que ellos también las pasan putas en su profesión, tal y como les ocurre a ellos cuando han de trabajar las tierras con las que han de ganarse el pan.

La segunda tiene lugar instantes después cuando se encuentran filmando la película. El personaje de Fernán Gómez tiene un par de frases en el film y la sobreactuación que lleva a cabo es espectacular. Un buen actor como lo era el fallecido intérprete de El abuelo, exagerando al máximo su actuación y haciendo ver que no sabe actuar. Resulta a la vez divertido y amargo, uno no puede evitar que se le dibuje una sonrisa en la cara aún sabiendo que lo que está viendo dista mucho de ser divertido.

Con razón este film está considerado uno de los mejores dentro de nuestra filmografía. Todos sus elementos funcionan a la perfección, nada desentona y es un equilibrio perfecto entre el drama y la comedia, pese a que el primero destaque más que el segundo.

La cinta fue rodada en localizaciones de Guadalajara, Toledo y Segovia y se alzó con todo merecimiento con los grandes premios en la primera ceremonia de los premios Goya. Concretamente ganó los galardones a película, guión y director que fueron a parar de a las manos de Fernán Gómez, alma de este proyecto.

Una gran película de obligado visionado para todos aquellos que les guste en cine patrio y que puede formar parte de una doble sesión junto a Cómicos para mostrarnos la cara más triste y amarga de la vida de los actores. Y si os gustan Sacristán; Juan Diego o Fernán Gómez es la ocasión perfecta para ver a estos tres monstruos de nuestra interpretación compartiendo plano.

Espero que os haya gustado la entrada de hoy.

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