lunes, 20 de junio de 2016

pelicula: Yo soy la justicia 2

Muy buenas a todos. Hoy os voy a hablar de una de esas cintas que todos los que crecimos en la época del video club hemos visto en alguna que otra ocasión, y más ahora que la suelen pasar cada dos por tres en el canal Paramount de la TDT que parece haber comprado todo el catálogo de la Cannon puesto que las suelen programar casi todas las semanas. Tal vez no sea la mejor película del mundo, dista mucho de serlo y no lo oculta en ningún momento, pero si que pasas un buen rato mientras la ves. Pero no adelantemos acontecimientos todavía, acompañadme a un viaje a la década de los 80 donde nuestro protagonista se cargará a todo maloso que se le cruce en su camino. ¿Listos? Allá vamos.






Dirigida por J. Lee Thompson en 1987 nos narra de la historia de Paul Kersey, Charles Bronson, que parece haber rehecho su vida en Los Ángeles y haber dejado atrás su pasado violento. Pero cuando la hija de su actual pareja muere por sobredosis, nuestro héroe volverá a la acción para eliminar a los traficantes de droga de la ciudad. La venganza ha comenzado.

Por cuarta vez, Bronson volvía a encarnar a Paul Kersey, y pese a que aquí ya este algo talludito a la hora de repartir plomo y liarla parda demuestra que él que tuvo returvo y que cuando hay que ponerse en acción la edad no perdona para darle la del pulpo a los villanos.

El guión de la película cabe en un post it, y hasta sobra sitio. Los actores se limitan a recitar sus líneas de diálogo, a poner la mano, cobrar la pasta y a otra cosa mariposa. Los que estén buscando mensajes trascendentales, interpretaciones cargadas de dramatismo o una dirección impecable se han equivocado de film. Uno al ver a Bronson, uno de los duros del cine, armado con una escopeta andando hacía ti y con cara de: a la mínima que te pases te reciento ya sabe lo que va a encontrarse.

Adoro esta cinta, de mis placeres culpables favoritos de siempre. poco importa las veces que la haya visto que la sigo disfrutando como la primera vez cuando la vi con mi padre. La Cannon hacía cine puro de evasión, con un tufillo fascistoide que no se molestaban en ocultar. No hay que olvidar que la mayor parte de su cine se hizo durante el gobierno de Reagan.


Y con este maloso cubro el cupo de antes del aperitivo

Momentos para recordar: el del principio, el enfrentamiento entre ambas bandas y por supuesto el final, que por supuesto no voy a desvelar, pero que merece todos los aplausos habidos y por haber y que demuestra que todo aquél que le hace algo a un familiar de Bronson, ya puede ir reservando sitio en el corral de los quietos ya que este será su destino.

Cine de evasión cien por cien, con una duración de poco más de 90 minutos por lo que tarda poco en ir directa al grano, y cuando arranca lo hace a toda chufa hasta que las letras de los títulos de crédito aparecen delante nuestro. 

Junto a Bronson vemos en papeles secundarios a John P. Ryan, otro habitual de la Cannon, a Perry Lopez quién fuera amigo de Jack Nicholson en Chinatown o a Danny Trejo que interpreta, oh sorpresa, al secuaz de turno cuyo destino se ve venir desde que aparece como guardaepaldas de turno del villano.
Si os gusta el cine de acción sin pretensiones y ochentero y todavía no la habéis visto, dadle una oportunidad. Seguro que no os arrepentiréis. Y si ya lo habéis hecho, pues siempre es un buen momento para echarle un nuevo visionado y ver que tal ha aguantado el paso del tiempo. En opinión de quién esto suscribe nada mal.
Espero que os haya gustado la entrada de hoy.


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