jueves, 8 de octubre de 2015

mediometraje: la cabina

Muy buenas a todos. Hoy inauguramos una nueva entrada, y espero que no sea la última. En esta ocasión os traigo uno de los mejores y más conocidos mediometrajes de nuestro cine. Y que le valió numerosos premios y reconocimientos allá donde fue mostrado. Pero no adelantemos acontecimientos todavía, acompañadme a un viaje de pesadilla para un pobre hombre encerrado en una cabina. Listos? Allá vamos.


Dirigida en 1972 por Antonio Mercero, que escribió el guión junto a José Luis Garci la trama es la siguiente: un hombre normal y corriente, rol de José Luis López Vázquez, entra en una cabina y se queda encerrado en la misma sin posibilidad de salir. Lo que en un principio parecía algo sin importancia y digno de burla, poco a poco se va transformando en una pesadilla.

Más que interesante mediometraje que partiendo de una premisa simple, a la par que sencilla, consigue mantener a los espectadores pegados a su asiento en los casi 40 minutos de metraje. López Vázquez consigue aquí una de sus interpretaciones más memorables y recordadas, como un hombre simple que vive una situación que le sobrepasa en todos los aspectos.

Este corto no tiene nada que envidiar a los episodios de otros shows televisivos como En los límites de la realidad, donde una situación en apariencia cotidiana y que puede resultar incluso divertida, poco a poco se torna en algo terrorífico, algo que se va confirmando según avanza el metraje hasta llegar a una conclusión que deja un final, que por supuesto no voy a desvelar, totalmente abierto.






Muchas teorías hay acerca del verdadero significado de este corto, que si esconde una crítica hacía el gobierno que había en España en aquella época, que si se acercaban cambios tanto en la ideología como en el pensamiento español.... En opinión de quién esto suscribe, es un mediometraje de suspense y terror con una impecable factura, sobre todo en el aspecto técnico.

El final, que he mencionado hace un par de párrafos, es de aquellos que impactan. Y sobre todo lo hace la imagen final, donde una nueva cabina ocupa el lugar de la anterior esperando a un nuevo inquilino, para que viva la misma pesadilla que han vivido otros inquilinos que tuvieron la desgracia de entrar.

Garci y Mercero consiguen un muy buen guión, en los setenta ambos cineastas pasaban por su mejor época, tanto en creatividad como en guión y dirección. Es por ello que la suma de ambos talentos dieron como resultado una experiencia inolvidable para todos los implicados. Vázquez al leer el guión accedió enseguida a interpretar al protagonista, ya que era una nueva oportunidad de dar vida a un personaje como nunca había encarnado antes.

Si no lo habéis visto, ya estáis tardando. Es una verdadera pasada y que nos mantiene en vilo y enganchados desde que empieza. Vázquez sostiene él solo el peso del corto, pese a que hay secundarios que van apareciendo, es el famoso actor el que lleva sobre sus hombros toda la acción. Y si la habéis visto, siempre es un buen momento para volver a verlo y ver que tal ha aguantado el paso del tiempo, en opinión de quién esto suscribe, no ha envejecido en absoluto.

Espero que os haya gustado la entrada de hoy.








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