jueves, 3 de septiembre de 2015

libro: renaissance

Muy buenas a todos. Inauguramos mes, vuelta a la rutina, a los quehaceres diarios, a los madrugones. Para que no se os haga tan cuesta arriba estos días, vamos a reseñar un libro para alegraros algo. La novela de la que voy a hablaros entra dentro del género zombie, con lo que ello conlleva. Tiene aciertos y errores, y he de decir que en esta ocasión la balanza ha quedado equilibrada entre ambos factores. Pero no adelantemos acontecimientos todavía, acompañadme a un futuro cercano donde la supervivencia de la raza humana está a punto de solucionarse. Listos? Allá vamos.






Escrita por JJ Lucas, la trama es la siguiente: en el 2023 un virus conocido como Verónica ha arrasado Nueva York. Años después un grupo de supervivientes entre los que se encuentran militares, una bióloga y un ex pandillero intentarán sobrevivir a la catástrofe, mientras intentan encontrar más supervivientes y hallar una cura contra esta plaga.

Cómo he dicho en el párrafo que inaugura esta reseña, los aciertos y los errores se encuentran en un equilibrio y que hace que estén equilibrados. Vamos a hablar de los segundos en primer lugar, para luego centrarnos en las virtudes, que posee unas cuantas, y que encontramos a lo largo de sus páginas.

Uno de los primeros defectos, y que es mortal al menos en opinión de quién esto suscribe, son los errores gramaticales, las faltas de ortografía y de maquetación. Todos somos seres humanos, no somos perfectos y cometemos fallos. Se te puede escapar algún acento o falta que otra, se puede permitir. Lo que no está nada bien es encontrarse multitud de estos fallos a lo largo de la novela. Molesta y mucho, y más viniendo de una editorial que cuida tanto sus libros como es Dolmen. Y tampoco mola que más de una vez, se corte una frase y tengas que pasar al renglón siguiente para saber como sigue. Esto quita puntos.

Otro de los fallos es que el escritor hace párrafos muy largos, a veces de casi media página. No deja espacios, por lo que puede hacerse pesado para aquellos lectores que les gusten los párrafos cortos. Parece que no deja respiro, hay que dejar que los lectores se tomen una pequeña pausa mientras leen, algo que ocurre en multitud de ocasiones en este libro.

En tercer lugar, la aparición de varios Deux ex Machina a lo largo de la historia. Un par valen, pero que aparezcan en más de una ocasión te descolocan. A esto habría que añadir la buena puntería de la que hacen gala los soldados, se que son profesionales y que están entrenados para ello, pero el dicho de " donde pone el ojo pone la bala " lo debieron de crear ellos. No se les escapa un solo disparo, y todas las balas dan en el blanco.

Por último no puedo dejar hablar de los flashbacks. Estos interrumpen la narración, sobre todo cuando va a ocurrir algo de importancia. Cortan el ritmo, sobre todo cuando lo que nos narra se podría haber metido más tarde. Imaginaos que en el clímax de una película, como por ejemplo Jungla de cristal, el director hace que el villano nos cuente la razón de que le llevo a convertirse en terrorista. Hace que pierdas el hilo de lo que te están contando. Y por desgracia es algo que ocurre en no pocas ocasiones.

En el lado de los aciertos, en primer lugar citar los homenajes que se encuentran a lo largo de la novela. Los primeros referentes que se le vienen a la cabeza es El día de los muertos de Romero; Soy Leyenda de Matheson o 28 días después. No se si fue intención del autor rendir homenaje o no a estas obras, pero lejos de molestar a mi me resulta una forma de respeto hacía unas obras, que sin duda, han sido pilar para que Lucas creara su novela.

Otra de las cosas que molan son los villanos. Apodados whiteyes, su aspecto recuerda a las criaturas de la cinta de Will Smith basada en la novela de Matheson antes citada. Pero lo mejor es que se encuentran divididos por rangos, lo que hace que si cuesta eliminar a uno, los otros van a ser mucho peor. Son monstruos rápidos, fuertes y con una sed de sangre tremenda.

Más aciertos, el que al matar a uno el virus que porta en su interior pase a la persona que tiene más cerca y que, a no ser que se encuentre protegido de forma adecuada, pasa a engrosar sus filas. Ya no basta con cargárselos, sino con estar lejos. Además, el virus está en el aire durante 40 días, por lo que el riesgo de contagio aumenta cuantas más muertes haya de estas criaturas.

El autor se ha documentado bien a la hora de describirnos las armas y los vehículos militares, no se lo saca de la manga y hay que agradecérselo. Algunas de las que nos describen son auténticos bicharracos que hacen mucha pupita, como comprueban en sus carnes los infectados.

Una novela con sorpresas y giros, algunos inesperados otros no tanto, que tiene un buen inicio, una parte central algo lenta y un climax donde el autor mete la directa, y que hace las delicias de los amantes de la acción. Y eso es el problema, no es una novela redonda, tiene altibajos y eso es algo que hace que pierda enteros y no sea tan entretenida como otras que han aparecido en este blog.

Pese a ello, recomiendo leerla ya que a pesar de todo lo dicho anteriormente hay que darle una oportunidad. Y más con su final, que por supuesto no voy a desvelar, en el que se nos promete una segunda parte que espero que no tarde en llegar para saber como continúan las aventuras de los supervivientes de esta primera entrega.

Espero que os haya gustado la entrada de hoy.

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