martes, 20 de enero de 2015

serie: the shield

Muy buenas a todos. Hoy de nuevo volvemos a comentar una serie, el motivo ha sido el siguiente: hace poco vi la penúltima temporada de Hijos de la Anarquía, show creado por Shawn Ryan y con guiones de Kurt Sutter. Precisamente, es creación del segundo las peripecias de este club de moteros al margen de la ley. Mientras la veía, no podía evitar acordarme de la entrada que hoy que reseña. Por lo que aquí os la traigo. Acompañadme a un viaje donde ley y crimen, muchas veces se cruzan y no queda claro donde acaba el uno y empieza el otro. Listos? Allá vamos.

Show creado en el 2002 y acabado en 2008, tuvo una duración de 7 temporadas, a lo largo de las cuales fuimos testigos de las diversas peripecias que tienen lugar en el barrio de Farmington, en Los Angeles. Allí, el detective Vic Mackey, rol de Michael Chiklis, y su equipo de asalto han de enfrentarse a bandas criminales, utilizando muchas veces métodos poco ortodoxos para conseguir su objetivo.

Estas breves líneas resumen, a grosso modo, el argumento principal de la serie. Pero por supuesto que hay mucho más. Más personajes, más tramas que se van cruzando a lo largo de sus 88 episodios. Es un show que se va cociendo a fuego lento, en el que vamos conociendo a los protagonistas, conociendo sus debilidades y fortalezas, e incluso llegando a empatizar con la mayoría de ellos. Pese a que algunas de sus acciones, disten de ser del todo buenas.

Uno de los puntos fuertes, reside de forma clara en los protagonistas. Huyen de los tópicos vistos en las series de policías, ni los agentes de la ley son tan buenos, ni los criminales tan malos como nos han enseñado multitud de producciones, tanto cinematográficas como televisivas. No hay ni blanco ni negro, toda la serie nos muestra una moral gris, en la mayoría de los protagonistas salvo alguna excepción que otra. Tomemos como ejemplo, el del protagonista principal. Hace lo que hace por una razón, y pese a que no sea moralmente correcto,uno no puede evitar ponerse en su lugar y preguntarse si nosotros en su lugar, no haríamos lo mismo.

Los protagonistas casi al completo


Los guiones es otra de las cosas a destacar. Apenas hay sentido del humor a lo largo de la serie, por el contrario el equipo de guionistas nos muestran situaciones duras. No son pocas las situaciones duras, que uno irá viendo a lo largo de sus temporadas. Y creedme cuando os digo, que veremos unas cuantas a lo largo de sus 88 episodios.

Además de los actores principales, a lo largo de las temporadas se fueron incorporando en calidad de estrellas invitadas, para varios capítulos o uno solo, estrellas del calibre de Glenn Close o Forest Whitaker, por citar tan solo dos de los más conocidos. Precisamente, son estos dos intérpretes los que desempeñan los roles que acompañan a nuestro protagonista durante las temporadas 5, en caso de Close, y la 5 de Whitaker.

El final de la serie, que por supuesto no voy a desvelar, supone una conclusión acertada. No se podía acabar de otra forma posible, al menos en opinión de quién esto suscribe. Después de todo lo vivido, nuestro protagonista tiene el destino que se merece.

Os recomiendo ver esta serie, si sois amantes de los policíacos donde los personajes y las tramas, priman por encima de la acción, que la hay pero esta juega un papel secundario. Si no la habéis visto, ya estáis tardando en hacerlo. No os arrepentiréis en absoluto.

A continuación la cabecera del show:


Espero que os haya gustado la entrada de hoy.


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