viernes, 11 de julio de 2014

libro: cabeza de ciervo

Muy buenas a todos. Hoy seguimos con nuestra sesión doble de análisis de libros, pero los dos que serán reseñados hoy distan mucho de ser aptos para el público infantil o juvenil, cómo si lo fueron los que se comentaron ayer. Vamos a empezar a analizar un libro que desde sus primeras páginas ya transmite el misterio y el mal rollo que hay a lo largo de sus páginas, en cuanto empezamos a leerlo ya sabemos que nos vamos a encontrar con algo distinto dentro de la literatura de terror y misterio patrios. Pero no hay que adelantar acontecimientos. Sacad vuestro billete hacía abismo, pero vigilad vuestros pecados pasados o pasaréis a engrosar la lista de victimas del psicópata conocido como cabeza de ciervo. Listos? Allá vamos.

Escrita por Francisco Miguel Espinosa, autor de XXI que no tardará en aparecer por aquí, la trama del libro es la siguiente: en el tranquilo pueblo de Abismo, empiezan a aparecer cadáveres sin tibias ni cabeza. Nadie sabe los motivos que tiene el asesino para cometer esos crímenes, tan solo el ayudante del sherif y borracho del pueblo intentará atraparle antes que el número de víctimas aumente.
Y hasta aquí puedo leer. Con estas breves líneas os debería bastar para que os llame la atención este libro. Desde luego la portada es de las que impactan y el argumento, sin ser nada novedoso dentro del género de la caza y captura por parte de la policía por parte del poli de turno, si que tiene elementos lo bastante interesantes que hace que la lectura de la novela gane enteros.
El primer punto a favor es que el protagonista dista mucho de ser perfecto: su físico dista mucho de ser apolíneo; bebe como un cosaco por lo cual su capacidad de razonamiento y atención ha quedado afectada, pero cuando se pone a analizar el caso demuestra tener un buen olfato para dar caza a tan peculiar criminal.
Otra de las cosas que hace que merezca la pena el libro es su narrativa. Es ágil, no se corta a la hora de narrarnos escenas sangrientas o de sexo. El inicio de cada episodio nos narra quién será mediante una imagen la que será la siguiente víctima en engrosar la lista de cadáveres de cabeza de ciervo.
Es en estos mismos capítulos cuando el ayudante nos narra mediante un informe policial lo que le ha sucedido a los cadáveres, pese a que en el episodio anterior nos lo ha mostrado. Pero estos informes como se verá serán de vital importancia a la hora de resolver el caso y la identidad del psicópata.
Según uno avanza en la lectura del mismo es imposible no acordarse de una de las series que cambiaron para siempre la historia de la televisión. Por supuesto me refiero a Twin Peaks, el show creado por David Lynch donde el agente Cooper se trasladaba a un pequeño e idílico pueblo donde nada es lo que parece. Tanto en la novela como en el famoso serial, la población dista mucho de ser perfecta y los vecinos tienen sus propios secretos y trapos sucios que esconder.
Si uno presta atención a su comienzo y a las pistas que nos va prestando el autor, se puede adivinar la identidad del asesino. Yo la verdad prefiero saberlo hacía su parte final, ya que la lectura del libro es tan absorvente que no se presta atención a los pequeños detalles, que luego demuestran ser de vital importancia como se demuestra en los dos últimos capítulos. Es aquí, cerca de la conclusión donde el misterio del asesino queda completamente resuelto.
Hay que destacar que esta es de las pocas veces donde uno no puede evitar ponerse tanto del lado del prota como del asesino una vez se conocen los motivos que le han llevado a cometer los crímenes. Tanto uno como el otro tienen sus propios demonios y motivaciones para comportarse tal y como lo hacen, pese a estar en ambos lados de la ley.
Dadle una oportunidad, su lectura pasa en un suspiro y uno se lo pasa pipa leyendo.
Espero que os haya gustado la entrada de hoy.

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